lunes, 27 de febrero de 2017

CARTA A LÓPEZ AGUILAR

Carta abierta al Sr. López Aguilar



Carta remitida al Sr. López Aguilar por Blanca Escaño (Presidenta de Amyhir)



Buenos días, Sr. López Aguilar:
Mi nombre es Blanca Escaño, y soy Presidenta de la Asociación de Mujeres y Hombres en Defensa de la Igualdad Real (AMYHIR).
El motivo del presente escrito es el de transmitirle el sufrimiento y desigualdad que venimos sufriendo el conjunto de personas, hombres y mujeres, desde que se implantó la actual Ley Integral de Violencia de Género que usted mismo impulsó y cuyas consecuencias viene usted sufriendo en propias carnes.
En primer lugar, transmitirle que es nuestro deseo que nos ayude a erradicar todas estas injusticias y aprenda de los errores cometidos.
En segundo lugar, paso a detallarle la cantidad de injusticias y desigualdades que estamos sufriendo y que deben de ser tratadas con la importancia debida, es decir, como un problema de Estado, dado que todos ustedes han sido elegidos por la ciudadanía, que es quien realmente ostenta el poder.
1- Usted tiene la ventaja de estar aforado y de que la Fiscalía haya retirado la acusación, y el Tribunal Supremo haya archivado su causa, algo que el resto de los mortales no tenemos.
2- Usted en ningún momento ha sido encerrado en un calabozo ni, por ser aforado, se ha puesto en marcha ningún tipo de protocolo de violencia de género.
3- Como bien sabe, llevamos 10 años de discriminación positiva, que no debe perdurar en el tiempo porque se convierte en un Fraude de Ley. Por tanto, ya es un Fraude de Ley
4- Las mujeres que denuncian maltrato (que no necesariamente implica que hayan sido maltratadas) gozan de unas ventajas que el resto de los mortales, hombres y mujeres no tenemos: justicia gratuita, protocolo sanitario, casas de acogida, empresas subvencionadas para su contratación, trabajos específicos en la función pública, ayudas escolares para los hijos, subvenciones, y así un largo etcétera.
5- La Presunción de Inocencia, esa a la que apelan todos los políticos, banqueros y demás personalidades cuando son pillados en flagrante delito, brilla por su ausencia en el caso de los padres denunciados por violencia de género. Curioso que se de siempre el caso de hombres, padres de familia que se ven inmersos en un proceso de divorcio ¿verdad?
6- Se vulnera sistemáticamente, tanto judicial, sanitaria como socialmente el Principio de Igualdad con respecto al resto de población que sufre violencia, indistintamente hacia mujeres, hombres, niños o ancianos. ¿O es que la población únicamente consta de mujeres maltratadas, que por cierto y sin ánimo de ofenderlas, afortunadamente son una minoría?
7- La actual LIVG que usted implantó produce una información sesgada y parcial por parte de los medios de comunicación, que únicamente informan sobre maridos y padres asesinos, pero que omiten deliberadamente los fallecimientos violentos de hombres y niños por parte de las mujeres y, si se dignan en proporcionar dicha información, deliberadamente disculpan a la mujer indicando problemas psicológicos para no desvirtuar a las mujeres que dicen ser víctimas de violencia de género.
8- Del mismo modo se omiten los suicidios de hombres, padres de familia, que se suicidan en procesos de divorcio.
9- Se enseña a las mujeres, ya desde la infancia, a vivir del victimismo y a no ser capaces de salir adelante en la vida por sí mismas gracias a la introducción de la ideología de género en los centros educativos, y lo que es más grave aún, se las induce al miedo al hombre, a denunciarlos cuando se sientan acosadas…. Pero se ha llegado a un grado de alarma social y confusión de tal magnitud, que ahora mismo cualquier cosa es acoso y a cualquier situación se le llama violencia de género. Dígame: ¿dónde está el límite?
10- Como mujer y madre de dos hijas que soy, me siento totalmente insultada e indignada con esta ley que nos denigra e insulta a las mujeres, dejándonos ante la sociedad como seres incapaces.
Las mujeres que denuncian actos violentos por parte de sus parejas son engañadas en su mayor parte por abogados de mala fe que las instan a denunciar para beneficiarse de las ventajas que produce el ser ante la sociedad una mujer maltratada, sin hacerlas ver que en realidad no se desarrollan personal y emocionalmente y que dependen directamente del Estado, que es quien realmente las manipula. Las mujeres realmente maltratadas, en su mayoría, no denuncian y no reciben estas ayudas, porque lo único que quieren es poner tierra de por medio con la persona que las maltrató y evitar ir continuamente a los juzgados y en su gran mayoría, han sido capaces de salir adelante por sí mismas o con la ayuda de amigos y familiares.
Por otra parte, nos encontramos el resto de mujeres y hombres que componemos la sociedad que, aun sufriendo violencia en todas sus formas posibles, no somos reconocidos en ninguna parte, ni somos ayudados económica, sanitaria ni socialmente y que curiosamente, componemos la mayoría de la población.
Desde el colectivo que represento, las mujeres que componemos esta asociación le transmitimos nuestra repulsa hacia esta ley que usted ha generado por los motivos anteriormente expuestos y por considerarla totalmente denigrante para el ser humano, especialmente para la mujer en este caso, por atentar directamente contra nuestra inteligencia y contra nuestra capacidad como mujeres por el mero hecho de serlo y por ser la ley más machista disfrazada de progresista que se haya podido generar a lo largo de la historia utilizando a dos sexos complementarios para destruir la construcción de la familia.
Confiando en su respuesta y en una colaboración conjunta en la elaboración de una ley que englobe a todas las Personas por igual derogando la actual tan injusta, sin distinción de sexos, quedo a la espera de sus noticias y aprovecho la ocasión para saludarle atentamente,
Blanca Escaño
Presidenta de Amyhir

Fuente: http://www.familiaenderechos.es/2015/07/24/carta-abierta-al-sr-lopez-aguilar/

TEST DE MOBBING

LAS 45 PREGUNTAS DE HEINZ LEYMANN.
Leymann Inventory of Psychological Terrorization, LIPT.

A) Actividades de acoso para reducir las posibilidades de la víctima de comunicarse adecuadamente con otros, incluÍdo el propio acosador:
1.El jefe o acosador no permite a la víctima la posibilidad de comunicarse .
2.Se interrumpe continuamente a la víctima cuando habla .
3.Los compañeros le impiden expresarse.
4.Los compañeros le gritan, le chillan e injurian en voz alta.
5.Se producen ataques verbales criticando trabajos realizados.
6.Se producen críticas hacia su vida privada.
7.Se aterroriza a la víctima con llamadas telefónicas.
8.Se le amenaza verbalmente.
9.Se le amenaza por escrito.
10.Se rechaza el contacto con la víctima ( evitando el contacto visual, mediante gestos de rechazo, desdén o menosprecio, etc. ).
11.Se ignora su presencia, por ejemplo dirigiéndose exclusivamente a terceros (como si no le vieran o no existiera).


Perfil del acosador.
Según el profesor Iñaki Piñuel, responde al de un "psicópata organizacional" que emplea técnicas de ataque sutiles, manipula el entorno para conseguir aliados entre los compañeros de trabajo o su silencio ante esa situación, intenta "trepar" rápidamente para desde esa posición ejercitar mejor su acoso y, señaló el profesor, se ha visto que muchos de ellos ya eran hostigadores en el colegio.



B) Actividades de acoso para evitar que la víctima tenga la posibilidad de mantener contactos sociales:
12.No se habla nunca con la víctima.
13.No se le deja que se dirija a uno.
14.Se le asigna a un puesto de trabajo que le aísla de sus compañeros.
15.Se prohibe a sus compañeros hablar con él.
16.Se niega la presencia física de la víctima.


C) Actividades de acoso dirigidas a desacreditar o impedir a la víctima mantener su reputación personal o laboral:
17.Se maldice o se calumnia a la víctima.
18.Se hacen correr cotilleos y rumores orquestados por el acosador o el gang de acoso sobre la víctima.
19.Se ridiculiza a la víctima.
20.Se atribuye a la víctima ser una enferma mental.
21.Se intenta forzar un examen o diagnóstico psiquiátrico.
22.Se fabula o inventa una supuesta enfermedad de la víctima.
23.Se imitan sus gestos, su postura, su voz y su talante con vistas a poder ridiculizarlos.
24.Se atacan sus creencias políticas o religiosas.
25.Se hace burla de su vida privada.
26.Se hace burla de sus orígenes o de su nacionalidad.
27.Se le obliga a realizar un trabajo humillante.
28.Se monitoriza, anota, registra y consigna inequitativamente el trabajo de la víctima en términos   
           malintencionados.
29.Se cuestionan o contestan las decisiones tomadas por la víctima.
30.Se le injuria en términos obscenos o degradantes.
31.Se acosa sexualmente a la víctima con gestos o proposiciones.



D) Actividades de acoso dirigidas a reducir la ocupación de la víctima y su empleabilidad mediante la desacreditación profesional.
32.No se asigna a la víctima trabajo ninguno.
33.Se le priva de cualquier ocupación, y se vela para que no pueda encontrar ninguna tarea por sí misma.
34.Se le asignan tareas totalmente inútiles o absurdas
35.Se le asignan tareas muy inferiores a su capacidad o competencias profesionales.
36.Se le asignan sin cesar tareas nuevas.
37.Se le hace ejecutar trabajos humillantes.
38.Se le asignan tareas que exigen una experiencia superior a sus competencias profesionales.


E) Actividades de acoso que afectan a la salud física o psíquica de la víctima.
39.Se le obliga a realizar trabajos peligrosos o especialmente nocivos para la salud.
40.Se le amenaza físicamente.
41.Se agrede físicamente a la víctima, pero sin gravedad, a título de advertencia.
42.Se le agrede físicamente, pero sin contenerse.
43.Se le ocasionan voluntariamente gastos con intención de perjudicarla.
44.Se ocasionan desperfectos en su puesto de trabajo o en su domicilio.
45.Se agrede sexualmente a la víctima


martes, 21 de febrero de 2017

EL MOBBING O ACOSO LABORAL

En Femy trabajamos arduamente para la consecución de la verdadera igualdad libre de cualquier lacra de violencia en el ámbito individual, social y en el sustento de la sociedad que es la Familia.

El acoso laboral es un claro ejemplo de lo que puede sufrir cualquier persona, hombre o mujer y es un fiel reflejo de lo que puede suceder en el ámbito social, escolar, sanitario, judicial o familiar.

Por todo ello, buscamos la estimulación personal, libre de leyes intransigentes y aplicando la coherencia.

El acoso laboral

El acoso laboral o mobbing son una serie de comportamientos y conductas abusivas dirigidas a degradar psicológicamente a un trabajador, minándole la autoestima y la moral, mediante un hostigamiento y una situación de violencia psicológica continuada. Esta violencia llega a producir una lesión de la dignidad y de la integridad del trabajador.
También se considera acoso cuando se da una conducta discriminatoria contra un trabajador que daña su dignidad y crea un entorno de trabajo hostil, humillante, ofensivo e intimidatorio.
Este acoso puede causar graves problemas psicológicos, incluso llegando a desarrollarse enfermedades, como la depresión, ansiedad, o estrés y a afectar gravemente tanto al trabajador en su  rendimiento en el trabajo y en su vida personal.

Tipos de acoso

El acoso puede ser de todos tipos:
  • Vertical: cuando viene causado por el empresario o los superiores jerárquicos del trabajador. Muchas veces puede estar motivado por enemistad o discriminación por quien realiza el acoso o por la voluntad empresarial de que el trabajador presente una baja voluntaria.
  • Horizontal: cuando viene causado por compañeros de trabajo, con el mismo nivel. Suele venir motivado por enemistad, envidias, discriminaciones (racial, sexual, por creencias…).
¿Soy víctima de acoso?
Para determinar si existe acoso laboral hay que hacer un análisis particular de cada caso.  Hay situaciones que pueden implicar acoso laboral, como:
  • Separación y aislamiento respecto del resto de compañeros, tanto físicamente como prohibiciones de comunicarse
  • No dar carga de trabajo, encargar trabajos degradantes o que corresponden a trabajos de inferior categoría
  • O por el contrario una sobrecarga excesiva de trabajo
  • No poder comunicarte con tus superiores o una negativa a todo lo que se pide
  • Poner en cuestionamiento todo lo que se realiza y desprestigio profesional
  • Insultos y ofensas verbales, amenazas, frases discriminatorias, intimidación….
  • Trato totalmente diferenciado y discriminatorio respecto al resto de compañeros
  • Ataques a la vida privada del trabajador

¿Acoso o simplemente órdenes del empresario?

Hay que saber diferenciar cuando estamos ante un acoso laboral y cuándo ante unas órdenes del empresario. El empresario tiene la facultad de dirigir el desarrollo del trabajo, pero las órdenes que imparta tienen que respetar siempre los derechos del trabajador, sin atentar contra su dignidad, integridad moral o física.  Aunque en ocasiones no se comprendan o compartan las órdenes recibidas, no en todos los casos habrá una situación de acoso laboral.

Lo más importante: conseguir pruebas

El mayor problema cuando se es víctima de un acoso laboral es conseguir las pruebas que lo demuestren. Por ello, es  fundamental recopilar todas las pruebas posibles:
  • Documentos escritos: correos, circulares, notas, encargos o órdenes de trabajo, cambios de puestos o de funciones…
  • Conversaciones grabadas. En los juicios laborales se pueden utilizar estas grabaciones siempre que el trabajador participe en la conversación, sin tener que avisar que se está grabando.
  • Testigos que puedan declarar sobre los hechos, pueden ser compañeros, clientes, trabajadores de otras empresas que vean los hechos…
  • Fotografías de los hechos.

¿Qué puede hacer un trabajador que sufre el acoso laboral?

Existen varias opciones, dependiendo del tipo de acoso recibido, de las pruebas que se tienen, de donde proviene el acoso, etc.  Son situaciones complejas para las que se debe contar con asesoramiento profesional que indique los pasos a dar en casa momento.

a) Denunciar el acoso sin tener acudir a los juzgados

  • Presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo (+ info)  : es una de las mejores opciones. Habrá que adjuntar copia de todas las pruebas que se tengan. El inspector, de forma anónima, sin indicar quien es el trabajador denunciante, investigará los hechos. Con lo que descubra redactará un acta, con lo que tendríamos otra prueba para posteriores juicios con esta acta. Además el Inspector puede obligar a la empresa a cesar en el acoso o a tomar las medidas necesarias para que el acoso termine, y podrá sancionar a la empresa tanto por ser el origen del acoso como por no haberlo evitado al tener la obligación de velar por la salud de sus trabajadores.
  • Ver si  en el Convenio Colectivo (+ info) existe un protocolo frente al acoso, y en ese caso activarlo.
  • Ponerlo en conocimiento del Comité de Seguridad y Salud de la empresa: en el caso de que exista ese comité, para que dentro de la empresa se investiguen los hechos y se tomen las medidas necesarias. Suele funcionar solo cuando es un acoso producido entre compañeros, no por la empresa.
  • Denunciar a la dirección de la empresa: cuando el acoso no proviene de la propia empresa. La empresa tiene la obligación de velar por la salud de sus trabajadores y evitar este tipo de situaciones. Normalmente no es una medida muy efectiva.

b) Acudir a los Juzgados

Hay varias vías y jurisdicciones a las que acudir:
Jurisdicción Social
Existen procedimientos laborales que se pueden poner en marcha:
  • Demanda por tutela de Derechos Fundamentales: para la defensa de la dignidad del trabajador y contra el acoso recibido, de forma que el Juez constate este acoso y obligue al acosador a cesar. Es un procedimiento urgente y preferente.
  • Procedimiento para extinguir la relación laboral: pedir que se rompa la relación laboral debido a este acoso por parte de la empresa y que se le reconozca la máxima indemnización como si fuese un despido improcedente (+ info)  y la posibilidad de pedir la prestación por desempleo.
  • Procedimiento reclamación daños y perjuicios: junto a la tutela de los derechos fundamentales o a la extinción se puede pedir que la empresa pague los daños y perjuicios soportados y derivados del acoso. Será necesario cuantificar estos daños y demostrarlos.
  • Reclamar todos los derechos: en el caso de querer una salida lo más rápido posible de la empresa, debido al acoso recibido por la empresa y una vez demandando el acoso, es posible empezar a demandar todos los derechos que se tienen: diferencias salariales, la condición de indefinido , la antigüedad real , el horario, la categoría, las horas extra no pagadas … para al final la empresa acabe despidiendo al trabajador. Al ser despedido, ya no se estará sufriendo el acoso y se se tendrá que impugnar el despido (+ info) , indicando que el motivo real del despido es el acoso recibido y las denuncias presentadas.
En algunos de estos procedimientos se puede pedir al Juzgado que autorice al trabajador a no ir a trabajar hasta que se resuelva el juicio, y que la empresa tenga que seguir pagando el salario. Y en la mayoría de los casos será necesario demandar tanto a la empresa como al acosador.
Además hay que tener en cuenta que en los procedimientos por acoso, como norma general el trabajador tiene que mostrar los indicios del acoso recibido y será la empresa la que tiene que demostrar que este acoso no ha existido.
Procedimiento Penal
Se pueden iniciar procedimientos penales:
  • Contra el acosador: el acoso laboral puede llegar a ser un delito por las coacciones, agresiones y amenazas recibidas
  • Contra la empresa: por no haber tomado las medidas necesarias contra el acoso o para minimizar los daños del acoso
Procedimiento Civil
  • Se pueden solicitar responsabilidades extracontractuales del agresor, en el caso de no ser el empresario
Procedimiento Contencioso-Administrativo
  • Cuando se es funcionario público no se debe de acudir a la vía laboral si no a la vía contenciosa. En la Administración Pública existe un protocolo contra el acoso, para solicitar a los superiores jerárquicos que se finalice con el acoso. En el caso de no actuarse, existe la posibilidad de demandar ante los Juzgados Contencioso-Administrativo, así como pedir una indemnización por daños y perjuicios.

La ayuda frente al mobbing

Además de las actuaciones que  se pueda hacer contra este acoso, es fundamental recibir ayuda psicológica para evitar las enfermedades y los estados que se pueden derivar de este tipo de situaciones y buscar el apoyo familiar familiar. Además, en todas las provincias existen plataformas de afectados en las que se pone en común información y recursos.
En caso de que la situación sea insostenible, el trabajador acosado debe acudir al médico de cabecera, informándole de estos hechos y si la situación lo requiere, solicitando la baja médica. Tanto el médico de cabecera como el especialista pueden elaborar un informe en el cual se detalle el estado del trabajador y si padece enfermedad.  Estos informes médicos y psicológicos formarán parte del conjunto de pruebas en favor del trabajador.
No actuar violentamente contra el acosador
Hay que evitar situaciones en las que el trabajador devuelva al acosador los daños sufridos. Si a pesar de ser la víctima,  se golpea, insulta, o veja  a otro trabajador o a un superior jerárquico, el trabajador acosado puede ser sancionado  o despedido disciplinariamente  por estos hechos.

Fuente: citapreviainem.es

lunes, 20 de febrero de 2017

LA DEPENDENCIA EMOCIONAL

Desde FEMY trabajamos para potenciar la erradicación de la violencia en el ámbito familiar y social potenciando la formación emocional de las personas.


La dependencia emocional es una condición compleja. Generalmente no obedece a un solo factor, sino que para que aparezca y se mantenga son necesarios diferentes factores. Además, en muchos casos ni siquiera se trata de una realidad consciente. Por el contrario, el dependiente emocional piensa que los problemas derivados de su dependencia tienen un origen distinto y, a menudo, externo.
Detrás de la dependencia suele existir un miedo extremo. También hay muchas fantasías en torno a la propia capacidad o al lugar que se ocupa en el mundo. El dependiente siente, sin pruebas que lo apoyen, que si rompiera o careciera de determinados lazos correría un grave peligro.

Este tipo de dependencia es similar a la que experimenta un adicto. Como tal, también conlleva un síndrome de abstención. Aparecen episodios de ansiedad y depresión cuando, por alguna razón, el vínculo se rompe o debilita momentáneamente. La existencia misma puede experimentarse como algo insoportable sin ese lazo. Quien la padece, sin duda, sufre mucho. Se puede hablar de tres tipos básicos de dependencia emocional y son los siguientes.

Dependencia emocional de la familia

Es una de las forma de dependencia emocional más difíciles de sortear. Generalmente corresponde a estructuras familiares en donde los padres sufren fuertes estados de ansiedad y lo transmiten a sus hijos. Estos últimos son educados con un excesivo temor frente al mundo. Lo externo es visto como amenaza y el seno familiar como un refugio.

Quienes padecen este tipo de dependencia sobrevaloran la protección que ofrece la familia. Si bien suelen existir lazos afectuosos y grandes gestos de solidaridad, también es cierto que hay rasgos insanos. Dentro de ellos destaca esa idea repetida de que hay que los riesgos, cuanto más lejos, mejor.
En este tipo de familias no se fomenta la auto-confianza. Por el contrario, en el fondo se promueve la creencia de que la persona va a mostrarse incapaz ante los grandes desafíos. De este modo, la familia se convierte en una especie de burbuja que ampara, pero que también encarcela. En el fondo se trata de una manera errónea de sortear la ansiedad. También es una respuesta equívoca frente a la exigencia de crecer y ser autónomos.

Dependencia emocional de la pareja

Este tipo de dependencia es uno de los más frecuentes. También es uno de los más nocivos. Parte de una creencia errónea. En ella se supone que la pareja otorga sentido a la propia vida o protege de una terrible soledad. Por eso la pareja se convierte en el eje de la vida propia.

Este tipo de dependencia es propio de las personas que cargan grandes inseguridades. No tienen claro qué son capaces de hacer y qué no. De hecho, suponen que son muy desvalidos. Por lo tanto, necesitan un apoyo para vivir y ese apoyo sería su pareja. Esta se convierte en una especie de escudo protector contra el sufrimiento o el miedo. Por eso se desarrolla un fuerte apego hacia ella.
Aunque este tipo de dependencia puede funcionar durante un tiempo, la verdad es que más temprano que tarde origina grandes sufrimientos. El dependiente tiene tanto miedo de perder a su pareja, que puede desarrollar comportamientos muy nocivos. Entre ellos cabe destacar los celos excesivos o la sumisión sin límite. Así, la dependencia deteriora la relación en lugar de hacerla más fuerte.

Dependencia del medio social

Lo más característico de esta condición es la excesiva necesidad de ser reconocido y aprobado en cualquier entorno. Si el medio no da señales de franca valoración y aceptación, el individuo entra en pánico. Además, hará lo que sea necesario para lograr esa aparente compensación psicológica. Sentirse rechazado, desde su perspectiva, equivale a que le ocurra lo peor que le puede pasar.
Para lograr la aprobación, una persona puede volverse servil o invisibilizarse. En el primer caso, el dependiente se siente obligado a agradar a otros, pasando por encima de sí mismo incluso. Será capaz de hacer cualquier sacrificio con tal de no tener que enfrentarse a un rechazo o a una confrontación. En el segundo caso, la persona puede renunciar a sus convicciones, con tal de no entrar en tensión con su entorno. En ambos casos, la situación es completamente dañina.

Tanto en el caso de la dependencia familiar, como de pareja o del entorno social, lo que reside en el fondo es una pobre autoestima. Sobre todo, no hay conciencia acerca de lo que uno es capaz de hacer. Se parte de la idea de que se tiene poca valía y se es inferior o menos competente para sortear la vida que los demás.
Todas esas creencias falsas se traducen en miedo y ansiedad. Y como con todo miedo, como todos los miedos injustificados que todos atesoramos, la mejor manera de superarlo es enfrentándolo. Quizás solo necesitas dar el primer paso. Atreverte a caminar solo. Arriesgarte a salir de tu zona de confort. La confianza en uno mismo no se construye de la noche a la mañana, pero algo sí es seguro: si la construyes alejada de “dependencias” esta será mucho más sólida.

Eliminar la dependencia emocional es posible. Para ello es uno mismo el que debe tomar la decisión de cambiar para tener una mejor calidad de vida. Las personas que sufren de apego excesivo, no disfrutan de las relaciones, se enganchan en exceso y pierden su individualidad satisfactoria.

Hay más porcentaje de mujeres con este problema, aunque también hay hombres que lo sufren exactamente igual que cualquier mujer, con la desventaja de que les suele dar más vergüenza acudir a una consulta psicológica. Sienten que su hombría está en duda, cuando en realidad nada de eso tiene que ver, una autoestima baja puede acarrear este problema, independientemente del sexo de la persona.

1. Reconocer que hay un problema

Analiza. No solo existe la dependencia emocional en las relaciones de pareja, también se puede dar en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. En general, es una situación que puede establecerse en cualquier ámbito.

A continuación, te ofrecemos un listado de situaciones y sentimientos para que evalúes si sufres este problema. Así, una persona con apego enfermizo o que tiene dependencia emocional se caracteriza por:
  • Su felicidad se centra en una sola persona, no disfruta de otra cosa que no sea estar con quien ama o aprecia.
  • Su alegría depende de cómo le tratan los demás y de lo que piensen de ella. Si se siente aceptada todo genial, pero como sienta que cae mal o que tienen mala opinión de ella, se esfuma la felicidad. Dependen en exceso de los demás para estar bien o mal.
  • Evitan a toda costa llevar la contraria para evitar enfrentamientos, le invade el temor a molestar o a ser rechazado.
  • Antepone el deseo de otros, al suyo propio, se siente como si no tuviera capacidad de decisión, su vida la manejan.
  • Solo se siente bien consigo mismo si se siente querido. Si no hay alguien a quien querer, se siente vacío, sin amor propio.
  • Le invade el miedo a menudo, miedo a perder a esa o esas personas que tanto ama o aprecia. Ese miedo le impide disfrutar como debería de las relaciones.
  • Cae fácilmente en los chantajes emocionales, no soportaría que por su culpa alguien se hiciera daño. Sacrifica su felicidad para dársela a otros.
  • Prefiere sufrir, antes que dejar a la persona a la que estás enganchado/a. No tienes la fortaleza de cortar un contacto porque tampoco siente que tiene la capacidad de salir adelante sin esa persona a la que quiere.
  • Necesitas al otro/a, sino la vida pierde total sentido.
  • El sentimiento de culpa está a menudo con ella. Siente que es el responsable de la felicidad de los demás, ya sea su pareja, familia, amistades, etc. Se siente con la obligación de contentar a los demás y si no lo hace se siente culpable.
  • Quiere tener el control de toda su vida, para tener la seguridad de que no le perderá. Se convierte en una especie de espía para seguir incluso las conversaciones que tiene con otras personas. Se obsesiona un poco con esa persona, deja de vivir su vida para seguir la del otro.
  • La persona está tanto en el centro de su vida, que sus amistades y demás pierden importancia para ella. Hay tendencia de aislamiento social, sólo le apetece estar con esa persona, y cuanto más tiempo diario mejor.
  • La relación genera ansiedad. La persona nunca está contenta porque quiere más, y sobre todo teme que la dejen, lo cual sería una catástrofe porque no se imagina la vida sin esa persona.
A cualquiera nos gustaría tener a alguien especial en nuestra vida, lo que diferencia a una persona no dependiente, es que cuando están solo/as pueden tener momentos de melancolía, pero eso no les detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida. La persona con dependencia emocional necesita al otro para disfrutar.

En cambio la persona dependiente no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz de disfrutar de la vida. Ha convertido la relación con el otro en una necesidad para creer sentirse bien…

2. Listado de cosas que perjudican y se hacen por amor o cariño

Una vez que ya has reconocido que tienes un problema y tienes el convencimiento de que quieres eliminar la dependencia emocional de tu vida, haz un listado de cosas que has llegado a hacer por alguien, que a ti te perjudicaban. Debes ser consciente de que una persona dependiente no se fija en su bienestar personal, prefiere contentar a la otra persona para no perderla.
Si quieres cambiar, lo primero que debes hacer es pensar en ti lo primero, que tu bienestar sea lo principal en tu vida.
En cambio la persona dependiente no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz de disfrutar de la vida. Ha convertido la relación con el otro en una necesidad para creer sentirse bien…

¿Qué cosas tenía la otra persona que te perjudicaban?, ¿qué has hecho tú por el otro que a ti te hacía daño?, ¿has dejado de lado amistades, familia, actividades, estudios, desarrollo personal, etc..?, ¿te han tratado con el respeto que te mereces?, ¿Has hecho cosas que no están bien para no perderle?, ¿cómo ha sido tu estado emocional?, ¿sientes que has mendigado amor o afecto y has ido muy insistente detrás?

Aparte de esta persona, ¿has tenido otras facetas en tu vida donde has disfrutado? Pueden ser aficiones, amistades, etc… ¿has aguantado muchas cosas negativas con tal de no perder a esa persona?
Es importante que hagas consciente el sufrimiento que has tenido por ser una persona dependiente. Piensa en todo lo negativo que te ha traído esa relación, de esta manera reforzarás tus ganas de cambiar y de eliminar la dependencia emocional.

3. Reforzar la autoestima para eliminar la dependencia emocional

El factor principal de cualquier dependencia es una autoestima baja. Hay muchas opciones para poder reforzarla, desde acudir a un profesional de la psicología hasta hacer biblioterapia. En cualquier biblioteca hay libros muy interesantes sobre la autoestima.
Haz como si tuvieras que estudiar para el colegio, infórmate todo lo que puedas sobre reforzar tu autoestima y lee los libros que te parezcan más interesantes. De todos siempre se saca algo nuevo e instructivo.

Fuente: La mente es maravillosa

jueves, 16 de febrero de 2017

LA GUERRA DE MAMÁ Y PAPÁ

De todos es conocido que los niños sufren ante una separación o divorcio. Si lo pasan mal en una separación amistosa, imaginaros cómo pueden sentirse cuando sus padres terminan en los Juzgados.
Independientemente de la edad que tengan, los niños deben de conocer en la medida que puedan comprender, la realidad que van a vivir en los días venideros. Es necesario hacer especial hincapié en que ambos, padre y madre, les van a querer siempre, para que no tengan sensación de abandono.

Cuando la separación es traumática, convertimos a los hijos en las víctimas directas de nuestras frustraciones. Es importante saber que nuestro deber como padres es el de velar no sólo por su salud física, sino también por su equilibrio emocional, que se ve desmoronado al ver que las dos personas que más quieren se enzarzan en una guerra sin cuartel en la que ellos siempre terminan siendo el botín de guerra, sin tener en cuenta sus sentimientos.

Tenemos que tener siempre en cuenta que los hijos quieren a ambos por igual, y que si nosotros como padres no podríamos elegir entre un hijo u otro, ellos tampoco pueden optar por la madre o por el padre.  Es algo que nunca pensamos, pero que es real y evidente.

Nos obsesionamos con hacer raro algo que es natural y  lo que es raro, considerarlo normal. De esta forma, una pareja separada que acude junta a hablar con el tutor de alguno de sus hijos es felicitada por ello por el profesorado (algo que debería de ser considerado normal), o por ejemplo otros hijos de padres separados se extrañan de que los padres divorciados de su compañero acudan juntos a hablar con el profesor e incluso se hablen entre ellos.

Lo que debemos considerar como raro y fuera de lugar sería el caso contrario, los padres que no se dirigen la palabra ni siquiera por el bien de sus hijos (no hace falta más que sentido común y coherencia), los que hablan mal del otro a los hijos, los que impiden el contacto con uno de los progenitores y así un largo etcétera.

No nos damos cuenta de que, a la larga, nuestros jueces están en casa, no en los Juzgados, y que cuando crezcan, de una u otra manera nos pedirán explicaciones, unos delinquiendo, otros sacando malas notas, otros drogándose, otros con sentido común.... Porque tarde o temprano, las cosas terminan volviendo a su cauce, pero no hay que esperar a que sea demasiado tarde y tengamos que arrepentirnos durante toda nuestra vida.

Blanca Escaño




martes, 14 de febrero de 2017

SEGUNDAS MUJERES Y MUJERES DE SEGUNDA


Hace unos días leí una noticia sobre una sentencia del Tribunal Supremo que lleva por título “la denuncia de malos tratos puede otorgar una pensión de viudedad a pesar del divorcio” aún sin haber sentencia condenatoria, aplicando la ley general de la Seguridad Social que así lo permite a las víctimas de violencia de género. Pero el Tribunal Supremo va aún más allá indicando en su sentencia que “la existencia de denuncias por violencia de género constituye un serio indicio de que la misma haya existido”. Algo más que evidente si nos fijamos en que la actual ley contra la violencia de género al aplicar el derecho penal de autor evidencia en sí misma la ausencia de denuncias falsas dando por hecho que el hombre es culpable con la simple denuncia de su pareja femenina.
Esto me hizo pensar sobre la injusticia que esto implica para el resto de la población en general y las mujeres en particular, ya que únicamente se permite a las mujeres que hayan denunciado a sus maridos o parejas sentimentales y que deja, una vez más, la puerta abierta a las falsas denunciantes y al abuso desmesurado de la ley.
En este sentido me gustaría hacer un alegato en favor de las segundas esposas, las grandes olvidadas, y muchas de ellas sufridoras de los daños colaterales de la Ley Integral Contra la Violencia de Género que no tienen los mismos derechos que las primeras esposas en ningún aspecto: Imaginen tener que mantener a los hijos de otra, pagar la pensión de alimentos por sentencia judicial, o que los hijos habidos en un segundo matrimonio no tenga los mismos derechos que los del primero. En muchos casos tienen que actuar de intermediarias entre la primera esposa y el marido debido a la existencia de órdenes de alejamiento o, simplemente, para evitar daños mayores a los hijos. Pónganse por un momento en su piel e intenten empatizar con ellas sintiendo cómo son maltratadas en los juzgados, vejadas, insultadas, denunciadas e incluso maltratadas por la ex de turno. Intenten sentir el sufrimiento que llevan a cuestas al pensar que sus parejas pueden terminar con sus huesos en la cárcel por el deseo de venganza de mujeres sin escrúpulos cuyo único deseo es destruir a la persona con la que estuvieron emparejadas y con quien tuvieron hijos.
Piensen cómo tienen que actuar con unos hijos que no son suyos y a los que quieren como propios, cómo se sienten cuando tienen que consolar a hombres destruidos física, psíquica y socialmente haciéndoles ver el típico tópico de “no hay mal que cien años dure”.
Sientan su tristeza, su impotencia, y su esfuerzo por tener siempre buena cara ante situaciones adversas.
La ley sobreprotege a las primeras esposas, favorece a la mujer frente al hombre en procesos de divorcio, por no hablar en casos de violencia doméstica. Pero no a todas las mujeres. Únicamente a las que denuncian.
Los políticos se llenan la boca intentando engatusar a las féminas para que denuncien a sus maridos con el único fin de generar negocio. ¿Y qué tipo de negocios se fomentan? La respuesta es Muchos en mayúsculas. Comenzando por los abogados que además de cobrar suculentas sumas de dinero viven a costa del sufrimiento ajeno, tanto del hombre como de la mujer.
Imaginen el coste que supone una denuncia entre juicios, recursos, contradenuncias, y demás, por no hablar si el circuito se eleva al Tribunal Supremo y al Constitucional.
Otro negocio es el de los mediadores, que si bien son una figura creo que necesaria, también cobran del erario público.
Continuamos con el gran negocio que supone la reinserción de los llamados maltratadores en forma de cursos para la educación y respeto hacia las mujeres así como los trabajos en beneficio de la comunidad para quienes tienen la “inmensa suerte” de no entrar en prisión. De entrada tienen que reconocer que son culpables, lo sean o no, porque en caso contrario, el psicólogo que realiza el curso no dará un informe positivo al juzgado.
En cuanto a las casas de acogida para mujeres maltratadas suponen un elevado coste y un gran negocio puesto que da puestos de trabajo, pero sin embargo, no existen casas de acogida para hombres maltratados, ni para indigentes, ni para parados, ni para hombres que han perdido todo en sus procesos de divorcio, ni para mujeres separadas que no tienen trabajo ni ayudas para subsistir.
Actualmente surgen Fundaciones de debajo de las piedras para ayudar a mujeres que han sufrido maltrato, lo cual me parecería bien si también se dedicaran a ayudar a mujeres que sin haberlo sufrido se encuentran en circunstancias cuanto menos parecidas. Porque maltrato hay de muchos tipos, pero reconocido, sólo uno.
Nos han convertido en esclavos de la ideología de género, segregados por nuestra condición sexual, victimizando a un sexo y criminalizando al otro. Creando desigualdades ya no sólo entre personas, sino entre sexos.
Se utiliza a las mujeres enseñándolas a ser víctimas, a quedar por debajo de otro ser humano. Piensen seriamente en esto: la ley integral contra la violencia de género es una ley machista disfrazada de progresista que utiliza a las mujeres como moneda de cambio, convirtiéndolas, convirtiéndonos, en ciudadanas de segunda. Han creado una sociedad en la que ser víctima es sinónimo de poder. Quien no sea catalogado como víctima no tendrá ningún derecho. Y entre las propias mujeres existe una gran brecha que crece a pasos agigantados. La que denuncia a su pareja masculina tiene el poder, la que no lo hace carece de cualquier valor social o institucional, convirtiéndolas en mujeres de segunda con menos derechos y oportunidades.

http://www.sierranortedigital.com/251732506/Segundas-mujeres-y-mujeres-de-segunda.-Por-Blanca-Escano.html
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Ayer, 13 de febrero de 2017 nos reunimos en Vitoria con Ana Morales y Marta Alaña para tratar temas tan importantes como la Conciliación de la vida laboral y familiar, tratando de manera especial los casos de padres separados que se ven en grandes dificultades para poder cumplir el régimen de visitas para con sus hijos por no poder compatibilizar los horarios laborales con los escolares, entre otras problemáticas.

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